Manual para la Jungla
Corporativa
por Giulia Sammarco
Jamie Dimon, conocido e
influyente profesional de las finanzas internacionales, es
presidente ejecutivo y CEO de JPMorgan Chase -uno de los 4 bancos más grandes
de los Estados Unidos- desde el 31 de diciembre de 2005, además de formar parte
del directorio de la New York Federal Reserve desde enero de 2007.Dimon, entre otros reconocimientos a lo largo de su prolífica carrera, ha sido galardonado como una de las 100 personas más influyentes… ¡del mundo! También fue nombrado CEO del año según la encuesta del
Institutional Investor, primero en el 2006 y, posteriormente, desde el 2008 hasta el 2011, ininterrumpidamente.
Este “titán”, uno de los más hábiles en navegar por las tormentosas aguas de la crisis financiera mundial de los últimos años, puede ser tranquilamente un modelo a seguir para los neo yuppies de Wall Street que busquen inspiración para progresar en sus carreras.
Duff McDonald, autor de la reciente biografía “Last Man Standing: The Ascent of Jamie Dimon and JPMorgan Chase” (“El último hombre de pie: El ascenso de Jamie Dimon y de JPMorgan Chase”), menciona enfáticamente que Dimon “no está donde está por haber sido un profesional negligente”, un “hacedor de errores”, literalmente. Para la reseña de esta interesantísima biografía, ingresar a este enlace.
Dimon, a sus 53 años, probablemente tenga la mejor reputación de Wall Street, reputación que se extiende incluso más allá de la célebre Street y que le ha valido el respeto de Warren Buffett -considerado el inversionista más exitoso del siglo XX- , quien fuera el modelo a seguir durante su propio ascenso.
Según McDonald, las principales enseñanzas de las que se debe de apropiar el lector son las siguientes:
1. Ser un gran conocedor y estudiante de historia
Dimon lee muchísima historia, incluyendo historia financiera. Por lo tanto, la noción de que el pasado tiende a repetirse siempre estuvo fresca en su mente, a diferencia de sus colegas banqueros, y sabe que ese mito de que “esta vez es diferente” casi nunca es cierto.
2. Conocer a fondo el propio negocio
Dimon trabaja “con las manos en la masa”, absolutamente involucrado en el día a día del negocio, entrometiéndose en lo que hacen sus gerentes hasta cuatro líneas de reporte debajo de sí mismo… ¡Plop!
3. Mantener una lista actualizada de tareas pendientes y tomársela en serio
En el bolsillo de Dimon siempre hay una lista con dos columnas: “Lo que yo debo” y “lo que me deben a mí”. Está escrita a mano y la actualiza durante el día. Si este sistema no resulta funcional, pues se puede hacer con el programa de tareas de Blackberry, iPhone, Samsung Galaxy, Smartphone, Android Tablet, Quipu, Runa o lo que sea que funcione para usted.
4. Elegir un gran mentor – y serlo, también
Sandy Weill -considerado el inventor del “supermarket financiero”- y Jamie Dimon han sido una de las duplas “mentor – mentee” (mentor – protegido) más famosas de Wall Street. Asimismo, Dimon se convirtió en mentor de quienes se convirtieron en tres piezas claves del JPMorgan bajo su dirección: Charlie Scharf, Michael Cavanagh y Heidi Miller, entre otros.
5. Valorar la lealtad
Saber que el trabajo duro va a ser reconocido y recompensado es una motivación mucho más poderosa que el miedo. Con objetivos claros y metas compartidas, Dimon difícilmente pierde a sus ejecutivos de confianza. “Es difícil recordar a alguno de sus Senior que haya dejado a Jamie por su propia iniciativa”, según McDonald.
6. Actuar siempre con integridad
Para McDonald, “Este señor es prueba de que te puede ir bien en la vida haciendo las cosas como se debe, limpiamente”. A pesar de que los detractores de JPMorgan puedan no estar de acuerdo, en realidad no conocen directamente a este hombre, dice McDonald. “No existe una zona gris en la moral de Jamie Dimon: las cosas o son blancas o negras”.
7. Invertir todo el tiempo que sea necesario
No se llega a la cima de JPMorgan Chase trabajando de 9 a 5. Si el objetivo es sentarse en la anhelada corner office, hay que estar preparados y dispuestos a trabajar hasta muy tarde y también los fines de semana. ¡Y sí que funciona!
8. Ser coherente
A pesar de que Dimon es un jefe complejo, también es bastante predecible. Si uno hace lo que dice que va a hacer, no tiene por qué recibir una respuesta irracional. Sin embargo, y como es lógico, cuando se le entrega algo distinto a lo conversado y él se siente defraudado, reaccionará con frustración y explotará. “Uno siempre sabe donde está parado con él”, comenta el autor.
En mi experiencia personal, cuanto más brillante el jefe, menos tolerancia tiene para que le hagan perder el tiempo con algo que no ha pedido… Y más cerca nos querrá cuanto más tiempo le hagamos ahorrar.
9. Despejar todas las dudas
Dimon es un comunicador muy claro y directivo. Es gran admirador del General Ulises S. Grant, presidente de los Estados Unidos durante la Guerra Civil, sobre todo por su gran capacidad de dar órdenes claras y sencillas de seguir. “Sus tropas entendían claro como el cristal cuales eran los objetivos y los pasos a seguir”, dice McDonald.
10. Mantener el temperamento bajo control
Si existe algo por lo que se critica a Dimon, esto es su temperamento. Sandy Weill –su mentor– lo escudó por años de estrellarse contra el concreto debido a sus reacciones explosivas, pataletas y berrinches. La bomba explotó durante una cena de gala, en la que un clamoroso incidente con unos competidores condujo a su despido de Citigroup y a un año de desempleo. Dicen que ha madurado – a sus 53 años -. Según McDonald, en ese entonces, “operaba bajo el supuesto de que ‘nunca me van a botar’…”, hasta que lo botaron.
Pues bien, dados los problemas financieros presentados por JPMorgan Chase en los últimos meses –que él mismo ha reconocido que se deben a errores cometidos por la gerencia del Banco, durante su mandato-, accionistas y políticos han pedido múltiples veces su renuncia, cosa que no ha sucedido y es muy poco probable que vaya a acontecer.
Aparentemente, habría argumentos suficientes para su alejamiento de la institución -una caída de semejante banco tendría consecuencias nefastas para el sistema financiero estadounidense, ¡de nuevo!-; sin embargo, en este caso en particular, la trayectoria de Dimon es demasiado contundente para obligarlo a dar un paso al costado, siendo más bien tres de los más altos mandos de la institución quienes asumieron la responsabilidad y fueron alejados del Banco.
Para quienes estén interesados en conocer más sobre este titán de las finanzas internacionales, pueden ingresar a este enlace para su biografía y a este otro para un vistazo al tema de los recientes manejos de JPMorgan Chase (lamentablemente, no encontré páginas similares en castellano).
Roberto Guadalupe, Análisis de Acciones de Wall Street.
Fuente : Semana Económica
