Mónica Coronatti, Editora, Sala de Inversión América - Jueves, 11 de Abril
Si durante mucho tiempo se habló entre susurros de la burbuja del oro, ahora y tras registrar el mayor rally anual en nueve décadas, Société Générale asegura a los cuatro vientos que el oro no solo está en una burbuja, sino que se adentrará en un mercado bajista cuando la fortaleza de la economía estadounidense ocasione un inevitable incremento en los tipos de interés y baje la demanda del metal precioso.
El banco francés anticipa que el precio del oro promediará en 1.500 dólares a lo largo de 2013 y bajará gradualmente hasta niveles de 1.375 dólares por onza troy a finales de
año. Esta previsión, que contempla una caída del 15%, es bastante dramática especialmente si se compara con el consenso del mercado situado en 1.750 dólares/onza.
El metal precioso, que ha bajado casi un 5% este año tras sumar 12 años consecutivos de alzas, debería caer otro 4,8% para encajar en la definición común de mercado bajista. El rally del oro, que durante los cinco últimos años se vio impulsado por el temor a que las agresivas políticas de estímulo (EQ) de los bancos centrales acabaran disparando la inflación, está rozando su fin.
Sin embargo, la inflación se mantuvo baja incluso en EE.UU., hasta el punto de que en la actualidad las condiciones económicas justificarían el final del programa de estímulo de la Fed.
En este contexto, es poco probable que los inversores quieran aumentar sus aportaciones a las posiciones largas en oro. Por ello cabría esperar que el precio tienda a la baja al mismo tiempo que el mercado físico da muestras de estar seriamente sobre abastecido y no contar con el interés de compra a gran escala de los inversores.
Otras voces críticas con el oro incluyen al inversor George Soros, quien ya en 2010 lo definió como ‘el mayor activo burbuja’, y en el cuarto trimestre bajó su participación en el mayor EFT respaldado por oro en un 55%.
Por su parte, la firma Goldman Sachs ya en febrero comentaba que el ciclo del metal dorado se había dado la vuelta con la recuperación de la economía estadounidense, y Credit Suisse veía poco probable que los futuros volviesen a tocar el record de 2011 en 1,921 dólares.
Pero nadie parece tener una visión tan pesimista como la de Société Général, que prevé un mercado bajista durante los próximos años e incluso contempla la posibilidad de que el oro pueda bajar un 20-30% en un período aún más corto de tiempo.
El oro es tal vez el commodity más singular que existe, ya que sus fundamentales son una mezcla de influencias no tradicionales que abarcan desde las tasas de interés reales, las expectativas de inflación, las oscilaciones del dólar, la perspectiva fiscal y los balances de la Reserva Federal (y las compras de activos), con un impacto mucho mayor que en el resto de materias primas.
Considerando esta peculiaridad, solo una ‘tormenta macroeconómica perfecta’, y no los fundamentales sería capaz de provocar una drástica caída del valor del oro. Y, aunque dicha probabilidad es inferior al 20%, según Societe Generale, un riesgo macro positivo cercano sería suficiente para iniciar el largo declive.
Por su parte Barclays anticipa que después de la primera reacción tras los acontecimientos de Chipre, los precios oscilarán en un mercado en rango buscando apoyo en el mercado físico y las compras de los bancos centrales en el corto plazo, pero sin dar con un catalizador significativo para lograr el impulso alcista. El banco británico mantiene el precio promedio anual en 1,646 dólares/onza.
Roberto Guadalupe, Análisis de Acciones de Wall Street.
Fuente : La Carta de la Bolsa.