[01 abr 2013] Peter Garnry, Analista de mercado, Saxo Bank
La idea subyacente es que ciertos sistemas son tan sensibles a las condiciones de partida que un pequeño cambio en un lugar en un sistema determinado no lineal pueda generar resultados finales muy importantes en una etapa posterior. En el libro de Nate Silver, “The Signal and the Noise”, se utiliza el ejemplo de cuando Lorenz y su equipo pronostican situaciones climáticas diferentes para Kansas y obtienen situaciones hipotéticas totalmente diferentes
utilizando el mismo modelo y la misma información. Más tarde, el equipo descubre que un técnico había sesgado la información sobre la presión barométrica en un extremo de su cuadro, de manera que la lectura de la información fue 29,517 en lugar de 29,5168. Esta pequeña diferencia en el punto de partida antes de aplicar el modelo climático generó grandes diferencias en el pronóstico. Este es el efecto mariposa.
En muchos aspectos, la economía se asemeja al clima. Es un sistema que no es lineal sino dinámico, que cambia constantemente en el tiempo y en donde causa y efecto también parecen cambiar en el tiempo. Se pueden obtener relaciones falsas y alguno de los indicadores anticipados puede no ser tan importante en todos los ciclos económicos. En pocas palabras, es confuso, y el hecho de que hayan sido tan pocos los que pronosticaron la última recesión, nos muestra lo deficiente que es nuestro conocimiento del sistema económico. Para confundir aún más las cosas, aquel que aparece como indicador anticipado en determinado momento del ciclo económico, puede resultar un indicador desfasado en otro momento. La confianza del consumidor y la construcción de viviendas son ejemplos recientes evidentes.
Mercados de valores de renta variable ¿indicador anticipado o desfasado del ciclo económico?
En su libro, Nate Silver debate acerca de si el indicador adelantado de la economía de EE.UU. del Conference Board es en realidad adelantado o no. El libro dice que fue un medidor deficiente durante la Gran Recesión de 2007-2009. Uno podría argumentar que en realidad es cierto que pronosticó una desaceleración de la economía previa al verdadero inicio de la recesión, pero el modelo subestimó gravemente la profundidad de la caída. Esto ha llevado posteriormente a algunos cambios profundos en la composición de los índices adelantados. Anteriormente, el S&P 500 era un componente más importante del índice adelantado, pero ahora eso se ha reducido al 3,9 por ciento. Por lo tanto, actualmente el S&P 500 se percibe en realidad como un indicador importante en la economía de EE.UU., algo interesante dado el repunte reciente. ¿Pero es siempre un indicador anticipado?
El gráfico anterior muestra todas las recesiones
en la economía de EE.UU. desde 1960 en comparación con la reducción gradual a
lo largo de seis meses del índice S&P 500. Lo que se deduce claramente tras
este período de 52 años es que los cambios en el índice S&P 500
proporcionan muchos falsos positivos a quienes elaboran los pronósticos
económicos. Desde 1960 han habido seis falsos positivos definidos como una
reducción de 15 por ciento durante los últimos seis meses, más específicamente
en 1962, 1966, 1987, 1998, 2002 y 2011. Seis falsos positivos representan
muchas señales falsas dado que sólo hemos tenido ocho recesiones desde 1960.
Para empeorar aún más las cosas, en algunos casos el S&P 500 alcanzó
niveles máximos durante algunos meses antes de comenzar la recesión, lo que
hace que sea difícil interpretar una pequeña caída en relación a los puntos más
altos como una señal de recesión.
Dado que los valores de renta variable son un
indicador económico adelantado más fuerte que la situación contraria, es casi
inútil utilizar la mayoría de los indicadores económicos como argumentos para
definir cómo debe operarse con valores de renta variable. Los cambios en la
prima de riesgo y específicamente en la prima de riesgo relativa entre las
clases de activos, pueden arrojar información mucho más certera acerca de la
orientación futura (en términos probabilísticos) o de los niveles de los
valores de renta variable.
Tal vez la razón del gran éxito de Warren Buffet
haya sido evitar mezclar la economía y la inversión. Otros operadores exitosos
de valores de renta variable tales como Ed Thorp, no utilizaron la economía
como datos de partida, sino que se centraron en el arbitraje estadístico.