Lunes, 8 de Abril del 2013
Carlos Montero
La “estrella” del equipo de futbol donde juega mi hijo de 8
años, es un pequeño delantero con una notable habilidad para marcar goles. Este
niño tiene dos hermanos, que a su vez son los mejores jugadores en los equipos
donde juegan. Su padre fue un destacado jugador de futbol profesional.
Evidentemente hay un factor genético en la buena predisposición de esta familia
para este deporte.
¿Se podría extender este
condicionamiento genético a otras actividades o profesiones? ¿La genética condiciona,
por ejemplo, la forma que tenemos a la hora de enfrentarnos a los
mercados
financieros? Según una reciente encuesta realizada por el Grupo de Inversión de
Banca Privada de Merrill Lynch, parece que sí.Esta encuesta, realizada el pasado febrero entre 153 inversores de edades comprendidas entre 18 y 35 años, mostraba que el 83% de los consultados afirmó “comprender plenamente” el enfoque de sus padres a la hora de invertir. El 65% declaraba acercarse a los mercados en una manera similar a la de sus padres, mientras que el 69% creían que sus padres tenían el enfoque correcto y que sigue funcionando en el entorno actual.
Las conclusiones del informe posterior a esta encuesta no son nuevas. La genética, así como el sexo y la edad, condicionan de forma importante nuestras inversiones. En un estudio de 2012 realizado por la escuela de negocios de la Universidad Estatal de Arizona, se demostraba el importante papel que los genes desempeñan en las tomas de decisiones de inversión.
Los autores examinaron el comportamiento en la inversión de 15.208 pares de gemelos suecos utilizando datos del registro del país y datos fiscales, los cuales hasta 2007 detallaban todas las transacciones financieras. Una de las conclusiones de este estudio es que los gemelos idénticos, que comparten todos sus genes, son más similares en sus comportamientos de inversión que los gemelos fraternos, que solo comparten la mitad de sus genes.
Los autores calcularon que los factores genéticos representan entre un cuarto y la mitad de las variaciones en el comportamiento inversor irracional de los individuos, y los mercados tienen un alto componente irracional. Momentos de pánico vendedor, de exuberancia irracional, de mal posicionamiento de activos, de condicionamiento grupal, lo demuestran todos los días.
Estos factores genéticos condicionan el comportamiento más allá del mundo de la inversión. Los gemelos que mostraban mayor preferencia por invertir en acciones similares, también mostraban preferencias por vivir más cerca de su lugar de nacimiento, y por casarse con un cónyuge de la misma región. Los inversores con grandes carteras eran particularmente susceptibles a las influencias genéticas.
Si los genes explican la mitad del comportamiento inversor, ¿qué condiciona el resto? Los autores de este estudio también calcularon el impacto que las influencias ambientales tuvieron en los gemelos, así como el efecto de sus experiencias personales.
Se encontró que las experiencias comunes de la infancia no tenían casi influencia en su comportamiento inversor. Pero las experiencias individuales explicaban la mitad de las diferencias entre los pares gemelos.
Aunque este estudio tiene sus limitaciones, por ejemplo el haberse realizado con datos de un solo país, refuerza la idea de la encuesta de Merrill Lynch defendiendo la influencia genética en la asunción de riesgos, la elección de ciertos activos a la hora de formar cartera, o la de estar más predispuesto a dejarse llevar por momentos de pánico o avaricia.
Así que la próxima vez que tengan que decidir si deben vender una acción o no, piensen en que creen que harían sus padres.
Roberto Guadalupe , Análisis de Acciones de Wall Street.
Fuente : Capital Bolsa.
