Por Javier Santacruz Cano
18 de julio de 2013
(OroyFinanzas.com) – Uno de los errores más habituales en la práctica estadística es confundir correlación con causalidad. Correlación no implica causalidad, pero causalidad sí implica correlación. Más allá de este galimatías, muchos expertos creen que existen relaciones de
causalidad con el simple hecho de encontrar unos pocos datos que indican una correlación entre dos variables cualesquiera. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con la relación entre el precio del oro y el dólar USA.
Muchos medios de información económica y general se hacen eco de una supuesta correlación entre el precio del oro y el dólar: cuando el dólar cae, el precio del oro sube y cuando el dólar sube, el precio del oro cae. Por tanto, a juicio de muchos informadores y expertos, el precio del oro mantiene una correlación negativa con el dólar USA.
Sin embargo, esta correlación no aguanta la presentación de los datos. Si tomamos el índice DXY Dollar Index –el índice que recoge mejor la evolución del dólar frente al resto de divisas internacionales– y la evolución del precio del oro, observamos cómo existen varios períodos en los que el dólar y el oro han ido de la mano. A la luz de estos resultados, podríamos hablar también de la existencia de correlación positiva entre el dólar USA y el oro. Esto, obviamente, es una contradictio in terminis.
Gráfico 1: Evolución conjunta del dólar USA y el precio del oro
Correlación entre el oro y el dólar USA
Fuente: Zero Hedge
En caso de que existiera correlación negativa, se esperaría un alza de la cotización del dólar ante una caída del precio del oro o si se produce una caída del dólar, los inversores esperarían un fortalecimiento de la cotización del oro. Esto no se produce en ningún momento de la serie histórica. Si en vez de considerar una correlación negativa la consideramos positiva, obtenemos los mismos resultados pero a la inversa.
Por consiguiente y en virtud de los datos observados, esta supuesta correlación entre precio del oro y dólar USA no existe. No es más que un conjunto de correlaciones espurias que se producen por el carácter aleatorio de las dos variables. Esta evidencia debería provocar la rectificación de muchos inversores, los cuales obtienen malos resultados cuyo origen es un conjunto de malas premisas como ésta.
Fuente: Zero Hedge
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Subrayados : " Roberto Guadalupe, Análisis de Acciones de Wall Street "
