Viernes, 12 de Julio del 2013.
La
pregunta del millón es: ¿Qué fiesta habrá que jugar QEIII detrás? Con esto no
quiero insinuar que la fiesta culmine, por el contrario, estos mercaditos
necesitan bonus todo el tiempo y por lo tanto la música debe seguir sonando
aunque quizá con otro ritmo, un ritmo que lentamente se está alejando de
emergentes.
Se viene observando desde hace
semanas ya que a pesar de una Fed comprometida a permanecer en estado
acomodativo por mucho tiempo más, el mercado en anticipación a lo que
inexorablemente vendrá ha comenzado a cargar mayores primas de riesgo en
emergentes como una forma de descontar un escenario que si bien seguirá siendo
benévolo ya no implicará uno de máximos para este asset class. Bernanke
parecería estar decidido a bajarle un cambio al mercado aun cuando por el
momento la noche sólo llegó a bonos.
Quien ha transitado mayo y junio (y julio parecería no querer aflojar tampoco) con carteras de bonos emergentes en moneda local probablemente comprenda mejor que nadie la motivación de este artículo. Alguna vez, la economía real le cobrará a los emergentes el moral hazard actual vía un ajuste sustancial en commodities, en este entorno: ¿Estamos frente a un cambio de ciclo en donde los spreads de bonos emergentes comenzaron a descontar una realidad distante pero inevitable?
Es lógico suponer que a esta altura hasta el pesimista más empedernido comprende que no se puede luchar contra un Banco Central, en especial si ese Central es la Fed y muy en especial si su Chairman es el más dove (laxo) de la historia con Greenspan incluido en la muestra que a esta altura relativo a Bernanke parece un hawk (restrictivo) y recuerden lo que le costaba a Greenspan iniciar un ciclo de tightening monetario (suba de tasas).
Tengo la sensación de que se está fortaleciendo un nuevo paradigma de posicionamiento que durará hasta que la economía en USA finalmente comience a rebotar con fuerza y para eso faltan algunos años todavía. De todas formas, ese momento alguna vez va a llegar y veremos por entonces a una Fed cambiando su retórica y sonando alguna vez hawkish (restrictiva a nivel monetario). En ese punto el mercado decidirá desarmar el paradigma actual y moverse al polo opuesto con un enorme impacto de corto plazo en commodities y por ejemplo, en economías emergentes que hasta ahora han visto sólo la bonanza de tanto Dólar regalado.
A inicios de año encontrar un bono debajo de la par se había tornado en una misión imposible si bien en estas últimas semanas muchos vuelven a asomar saludablemente bajo paridad. Veremos si esta vez finalmente los mercados se consolidan en cargar primas de riesgo que, sin ser voluptuosas denoten a un mercado que finalmente se anime a pricear una lenta pero sostenida transición de paradigma. Alguna vez el mercado deberá responder a la pregunta que a esta altura no quiere hacerse nadie: ¿Cómo seguimos con esta fiesta sin QEIII detrás? Y hay mercados que ya se están encargando de responderla.
Quien ha transitado mayo y junio (y julio parecería no querer aflojar tampoco) con carteras de bonos emergentes en moneda local probablemente comprenda mejor que nadie la motivación de este artículo. Alguna vez, la economía real le cobrará a los emergentes el moral hazard actual vía un ajuste sustancial en commodities, en este entorno: ¿Estamos frente a un cambio de ciclo en donde los spreads de bonos emergentes comenzaron a descontar una realidad distante pero inevitable?
Es lógico suponer que a esta altura hasta el pesimista más empedernido comprende que no se puede luchar contra un Banco Central, en especial si ese Central es la Fed y muy en especial si su Chairman es el más dove (laxo) de la historia con Greenspan incluido en la muestra que a esta altura relativo a Bernanke parece un hawk (restrictivo) y recuerden lo que le costaba a Greenspan iniciar un ciclo de tightening monetario (suba de tasas).
Tengo la sensación de que se está fortaleciendo un nuevo paradigma de posicionamiento que durará hasta que la economía en USA finalmente comience a rebotar con fuerza y para eso faltan algunos años todavía. De todas formas, ese momento alguna vez va a llegar y veremos por entonces a una Fed cambiando su retórica y sonando alguna vez hawkish (restrictiva a nivel monetario). En ese punto el mercado decidirá desarmar el paradigma actual y moverse al polo opuesto con un enorme impacto de corto plazo en commodities y por ejemplo, en economías emergentes que hasta ahora han visto sólo la bonanza de tanto Dólar regalado.
A inicios de año encontrar un bono debajo de la par se había tornado en una misión imposible si bien en estas últimas semanas muchos vuelven a asomar saludablemente bajo paridad. Veremos si esta vez finalmente los mercados se consolidan en cargar primas de riesgo que, sin ser voluptuosas denoten a un mercado que finalmente se anime a pricear una lenta pero sostenida transición de paradigma. Alguna vez el mercado deberá responder a la pregunta que a esta altura no quiere hacerse nadie: ¿Cómo seguimos con esta fiesta sin QEIII detrás? Y hay mercados que ya se están encargando de responderla.
Fuente : Capital Bolsa