Miércoles, 10 de Julio del 2013.
La suba en el precio del oro
en los últimos años (en 2009 la onza valía USD 800 y en 2011 superó los USD
1.900) fue lisa y llanamente otra burbuja. Y hoy en día como toda subida de
los precios de los activos está divorciada de sus fundamentales de oferta y
demanda, la burbuja del oro se está descinchando.
En esta breve nota intentaré mostrarle que el precio del oro
puede sufrir
un nuevo ajuste en su cotización. Recuerde un principio básico: tanto la tasa de interés como el precio de un activo tienen resumidas en su precio expectativas presentes y futuras sobre la realidad. Habiendo dicho esto aclaro que siguiente análisis lo haré desde una mirada macroeconómica y desde los fundamentals de la inversión.
un nuevo ajuste en su cotización. Recuerde un principio básico: tanto la tasa de interés como el precio de un activo tienen resumidas en su precio expectativas presentes y futuras sobre la realidad. Habiendo dicho esto aclaro que siguiente análisis lo haré desde una mirada macroeconómica y desde los fundamentals de la inversión.
Hay varias razones sobre el por qué la burbuja explotó y por
qué el precio del oro es probable que se dirija hacia niveles más bajos. Estimo
que estará cerca de los USD 1.000 por onza a dos años vista en tanto Estados
Unidos mantenga su ritmo de recuperación actual y el mundo acompañe.
En primer lugar el precio del oro tiende a subir –a hacer un
spike- cuando hay un contexto económico, financiero y geopolítico que pone en
riesgo la estabilidad económica. El inversor tiene que palpar una realidad
caótica, en donde los principales centros financieros mundiales están cayéndose
en pedazos. La crisis tuvo un momento icónico para ejemplificar este punto,
durante ella el público y los analistas dudaban de la calidad de los bonos del
gobierno americano y del resguardo de los depósitos bancarios. Quienes
compraron oro en aquel entonces pensaban o imaginan que era momento de equipar
el bunker con comida, agua, municiones, armas y lingotes de oro porque el fin
estaba cerca. Nada de esto o similar sucedió.
Ahora bien, incluso en este escenario el oro es una
paupérrima inversión. De hecho en pleno auge de la crisis el precio del oro
tuvo fuertes bajas y muchas de las compras apalancadas derivaron en ventas
forzadas debido a que cualquier corrección del precio activó los margin calls
de cada posición. Desde entonces y más allá de la reflación inducida por
Bernanke el oro siguió haciendo correcciones y más margin call se ejecutaron.
Por lo tanto queda demostrado que el oro puede ser un activo muy volátil en
pleno desenvolvimiento de una crisis.
En segundo lugar el metal amarillo obtiene su mejor
performance cuando el riesgo de alta inflación es tan plausible como su
popularidad en el público masivo de que es un refugio de valor en tanto se
deprecie su moneda local. Sin embargo y a pesar de las sucesivas rondas de
emisión monetaria –quantitative easing- la inflación global es baja y amenaza
disminuir un poco más si se estabilizan las tasas unos puntos más arriba. La
razón es muy simple: mientras la base monetaria aumenta, la velocidad del
dinero ha caído estrepitosamente, siendo los bancos paradójicamente quienes
tienen exceso de reservas y el continuo desapalancamiento de los públicos y
privados respecto a su deuda hace que la demanda crezca menor velocidad que su
oferta.
Así resulta que la presión de los gremios de trabajadores
sobre aumento de los salarios es pequeño e impensable que existan aumentos
sostenidos y generalizados de los precios. Más aún, es probable que el reciente
reajuste a la baja de los precios de los commodities influya también a la baja
en la misma inflación. El oro debería seguir esta tendencia ya que como dijimos
anteriormente el oro implícitamente pricea la inflación actual y la esperada.
En tercer lugar, el oro como cualquier otro activo no da
ningún tipo de compensación por su “almacenamiento”. Mientras que las acciones
tienen dividendos, los bonos cupones y las casas y departamentos dan rentas, el
oro subyace en la apreciación de capital vía aumento del precio spot. Ahora
bien, si las principales economías vuelven al sendero del crecimiento como lo
hace Estados Unidos es muy probable que nuevamente el mercado de renta variable
supere en retorno al metal amarillo. Pienso que quien compra una onza debería
recibir una franela para lustrarlo y frotarlo en busca de un Aladino.
En cuarto lugar, el mejor momento para comprar oro es cuando
las tasas reales son negativas o están en proceso de caer algunos puntos
básicos. Un ejemplo de manual y perfecto de este escenario es Venezuela. Sin
embargo cuando el panorama económico es positivo, se vislumbra crecimiento, los
bancos centrales van a terminar sus programas de expansión monetaria y
consecuentemente subirán las tasas de interés a niveles “normales” lo cual
implica que no habrán más tasas reales negativas y por ende el oro debería
tender a la baja.
En quinto lugar quiero falsar el argumento esgrimido por
muchos inversores el cual esboza que los gobiernos al tener niveles
intolerables de endeudamiento harán que los precios de los bonos caigan y el
del oro reflote. A decir verdad pienso que están viendo la mitad de la foto.
Hoy en día la mayoría de estos países endeudados –Japón, la periferia europea y
Estados Unidos- son dueños de la mayor parte del oro en circulación. Y no van a
dudar un segundo en vender sus reservas en el metal con tal de bajar el ratio
de endeudamiento. De hecho, sin ir muy lejos en el tiempo, recordemos que
Chipre generó una venta masiva en el precio del oro (-13%) cuando amenazó con
vender una porción muy pequeña valorizada en USD 520 millones de sus tenencias.
Entonces pensemos qué impacto tendrá en el precio si países como Italia cuyas
tenencias están valuadas en USD 130 billones imitan a la declaración chipriota.
Según Mishkin una moneda debe cumplir tres funciones: ser un
medio de pago, una unidad de cuenta y ser un depósito de valor. El oro quizás
sea un refugio de valor pero sin dudas no es un medio de pago ni una unidad de
cuenta. Nos queda definir al oro como un activo que sirve para “protegerse”
(hedge) contra el miedo y el pánico irracional momentáneo. A modo de conclusión
un inversor debería tener un poco de oro en su cartera en caso que piense o
imagine que el mundo va a estallar mañana o quiera protegerse contra riesgos
sistémicos tan imperceptibles como imborrables del sistema financiero.
Javier Frachi
Maestría en Finanzas UTDT, 2012
Fuente : Capital Bolsa.
Subrayados : “ Roberto Guadalupe , Análisis de Acciones de
Wall Street “.