[05 jun 2013] Serge Berger, Trader, Blue Oak Advisors LLC.
El pasado 29 de mayo, me planteaba que los alcistas y bajistas cuentan ahora con unos límites más claramente definidos, sobre los que apoyarse. Desde una perspectiva más amplia, la coyuntura en la renta variable de EE.UU. ha cambiado recientemente por primera vez este año. El significativo incremento de la volatilidad intradiaria y la
corrección en las acciones con distribución de dividendos están complicando las cosas para los alcistas, que se centran más en valores concretos.
El máximo intradiario volátil del 22 de mayo, día en que el responsable de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, realizó sus últimas declaraciones, sigue intacto. Tras el debilitamiento que se completó el viernes pasado, las acciones se estaban preparando para una caída hacia el nivel de 1.600-1610 en el S&P500. Sin embargo, los bajistas siguen condicionados a comprar en cualquier caída de las acciones de EE.UU., por lo que la tendencia ha seguido a comienzos de semana, y las ventas masivas intradiarias del lunes han vuelto a dar rápidamente un giro al alza. El martes, los vendedores volvieron a hacerse con el control en la sesión vespertina, pero no lograron que el índice cerrara por debajo del mínimo del lunes, con un nuevo soporte a muy corto plazo situado así en el entorno de los 1.620 - 1.623 puntos. Es importante que los inversores comprendan en estos momentos el reciente cambio de conducta de las acciones, que ahora se rigen por una mayor volatilidad. Lo que quiere decir que: a) los cambios intradiarios/rangos de trading podrían incrementarse, y b) se tendrá que conceder más margen a los niveles de referencia de soporte y resistencia.
Por lo que respecta al S&P500, cualquier ruptura por debajo del área de soporte en 1.620 - 1.623 podría provocar rápidamente una bajada en el índice hasta un mejor soporte lateral cerca del nivel de 1.600, aunque solo sea como tanteo intradiario. Los repuntes prolongados y pronunciados como el protagonizado en lo que va de año en el S&P500 tardan tiempo en experimentar puntos de inflexión. En otras palabras, si bien el máximo del 22 de mayo resultó espectacular en cuanto a su naturaleza, no debemos descartar un nuevo tanteo o incluso que se supere puntualmente dicho nivel. Al mismo tiempo, la debilidad del viernes pasado hacia el final de la jornada, dejó al oscilador de impulso McClellan, entre otros, en niveles extremos de sobreventa, incrementando así aún más las posibilidades de que se pueda producir un nuevo rebote en las acciones. Por otra parte, si vuelve a probar niveles de 1.600 volvería a llevar al índice al extremo inferior del canal de tendencia alcista en el que nos encontramos desde noviembre de 2012, algo que sería muy positivo para los alcistas.
Pero si analizamos un poco más en profundidad el mercado de renta variable estadounidense y nos fijamos un poco más allá de las próximas semanas, veremos que los signos agoreros de agotamiento están por todas partes. Es el caso, por ejemplo, de las acciones del sector de la construcción, que están empezando a dar ciertas muestras de debilidad respecto del mercado general. KBHomes (KBH:xnys) y Lennar Corp (LEN:xnys), entre otras compañías de dicho sector, están perdiendo fuerza y rompiendo a la baja.
En definitiva, las acciones estadounidenses parecen estar
tocando techo, un proceso que podría tardar algunas semanas en completarse. Una
situación que podrían aprovechar los inversores más agresivos para moverse a
ambos lados del mercado, mientras que aquellos que cuentan con horizontes
temporales mayores podrían plantearse aligerar las posiciones largas en los
rebotes.
Fuente : Sala de Inversión.
