Germán Fermo.
Jueves, 27 de Junio del 2013
Lo que hizo el oro en los últimos meses bien podría pasarle
al S&P mañana. Ojo, no es que estoy vaticinando un colapso del S&P pero
en este juego de mentiras el último que se queda con la silla pierde y así como
hoy está de moda decir que el S&P va a seguir subiendo porque
el entorno es
reflacionario recuerden: lo mismo se decía del oro tiempo atrás y de Apple en
1,000 en el 2012.
No está en juego si el entorno seguirá siendo reflacionario,
eso es obvio, el riesgo es que haya demasiada reflación descontada ante una Fed
que anda con ganas de bajarle un cambio a esta fiesta. (Presentación 4 de Julio
| El Nuevo Escenario de la Fed y su Impacto en Commodities)
Se percibe desde inicios del 2013 un cambio de dinámica y
con el transcurso del tiempo parecería ir tomando cada vez más forma, incluso
mucho antes de que se pusiera en discusión el “tapering potencial de QEIII”
(desaceleración del ritmo de compras de bonos conducida de la Fed). A pesar de
una suba muy agresiva del S&P, el Dólar Americano en general no ha hecho
selloff (venta) como solía hacer antes, indicando un claro amesetamiento de la
moneda americana e indicativo de un cambio de tendencia que se compatibiliza
con una gradual normalización de la política monetaria no convencional
conducida por la Fed.
Que el Dólar Americano se fortalezca y que las tasas en USA
estén subiendo implica un cambio en las reglas de juego que obliga a todo
administrador de carteras a replantear decisiones que no se discutían desde
marzo del 2009. Los mínimos del Dólar contra commodities y monedas
probablemente sean ya historia, esta crisis ya mostró lo mejor que tenía para
este grupo de activos lo cual no avizora un desenlace trágico para los próximos
dos o tres años todavía pero sí la necesidad de dejar de manejar carteras en
piloto automático: llegó el tiempo de ponerse a trabajar otra vez y de dejar de
mantener posiciones que están quedando fuera de moda.
El grupo commodities con el oro siendo el gran perdedor pero
a la vez anticipador de lo que vendría en mayo y junio para bonos, sumado a un
Dólar Australiano y monedas emergentes bajo renovada presión, marcan una
aparente imagen de un mercado que dejó de pegarle automáticamente al Dólar
Americano y esto amerita seguir en sumo detalle porque puede ser el inicio de
un nuevo paradigma muy lento pero muy distinto: ¿inicio de una lenta pero
sostenida tendencia de fortaleza del Dólar Americano a nivel global en un
entorno de tasas más altas? Hace muchísimo tiempo que los mercados no operan un
escenario así.
Los commodities son activos con la capacidad de corregir
agresivamente y sin aviso previo tal como ya lo han hecho. El oro tuvo una
racha negativa histórica en los últimos meses estando ya claramente en bear
market y demuestra que a este mercado no hay que creerle nunca y que es
extremadamente peligroso tener posiciones unhedged (desprotegidas).
Los árboles no crecen hasta el infinito, tampoco los activos
financieros. La debilidad que han mostrado los commodities relativa a équities
estuvo describiendo a un mercado que anticipó mejor que los bonos un cambio en
la forma en la que viene operando el Dólar desde el 2008. La tendencia de largo
plazo en commodities probablemente sea bullish (optimista) por las próximas
décadas pero es de sustancial importancia tener presente que a pesar de estar
transitando un bull market de largo plazo estas tendencias pueden exhibir
mini-ciclos correctivos de índole bearish (pesimista) que pueden durar meses o
años enteros y pueden ser muy violentos más aun teniendo en cuenta el
formidable rally (suba) que han exhibido desde el primer trimestre del 2009.
Germán Fermo, Ph.D.
Director, MacroFinance
Fuente : Capital Bolsa.