Miércoles, 12 de Junio del 2013.
A
principios de 1994 la economía norteamericana iniciaba su tercer año de
expansión tras la recesión de 1990 y la Reserva Federal consideró que era el
momento de revertir las rebajas de tipos que se implementaron para impulsar la
salida de la crisis.
En los meses siguientes subió la
tasa de los Fed Funds desde el 3%
hasta el 6%, lo que a su vez provocó una subida generalizada en todos los plazos de la curva, con el 10 años subiendo desde 5,3% a principios de 1994 hasta el 8% a finales de ese mismo año.
El objetivo de este endurecimiento de la política monetaria era normalizar el nivel de los tipos de interés a un entorno de crecimiento económico, y evitar así un sobrecalentamiento de la economía que acabara con el ciclo expansivo.
El proceso de subidas de tipos tuvo un impacto importante sobre los mercados financieros en todo el mundo. La Bolsa norteamericana se mantuvo durante todo el año en un movimiento lateral con un retroceso máximo del 10%. Pero donde el impacto se dejó notar con mayor intensidad fué en mercados emergentes y países más débiles financieramente en general. La onda expansiva de las subidas de tipos en EEUU se extendió en estos países con una gran intensidad provocando desde la quiebra de México hasta caídas muy severas en sus mercados de acciones. España, entonces todavía con la peseta, sufrió la crisis con gran intensidad con el Ibex sufriendo una corrección de más del 30% y de un año de duración.
En las últimas semanas el factor que está desestabilizando a los mercados es precisamente la subida de la rentabilidad de los bonos USA. Al igual que en 1994 el impacto está siendo mucho más severo en mercados emergentes que en el propio mercado norteamericano. Así, mientras la rentabilidad de los bonos ha repuntado en el último mes 30 pb en EEUU, y entre 20 y 30 pb en los países del centro y norte de Europa, la subida ha superado los 100 puntos básicos en el caso de los países Latinoamericanos y los 50 en España e Italia.
La fuerte elevación de las rentabilidades en estos países en un momento en que sus economías han ralentizado el crecimiento, o están en plena recesión como España, es sin duda un factor negativo que está afectando a las Bolsas de estos países. Cabe plantearse, por tanto, si podemos estar ante un período prolongado de endurecimiento monetario en EEUU, que se extendería al resto del mundo. Personalmente creo que es altamente improbable. La posibilidad de que la Fed se embarque en un proceso de subida de tipos en los próximos meses es prácticamente cero dado el entorno de crecimiento e inflación, y la retirada de estímulos puede acompasarse al ritmo de reducción del déficit público de forma que no se cree un exceso de oferta de bonos. Un repunte de las rentabilidades desde niveles ultradeprimidos del 1,5% hasta el 2,5-3,0% pueden provocar alguna turbulencia en los mercados en el corto plazo pero en ningún caso un impacto significativo sobre la economía.
En el caso de España la pertenencia al euro es en esta cuestión un factor claramente positivo que debería impedir un repunte excesivo de las rentabilidades como sucedió en 1994. El repunte del bono español debería ser similar al alemán pues salvo deterioro de la situación económica no hay motivos para que la prima de riesgo se amplíe significativamente.
Quedan los emergentes como el eslabón más débil de la cadena y donde podría producirse algún episodio de crisis si es que la situación actual se prolonga en el tiempo. Veremos hasta qué niveles permite la FED que se eleven las rentabilidades en EEUU pero en un entorno de inflación a la baja como el actual no vemos mucho margen para un repunte muy importante.
hasta el 6%, lo que a su vez provocó una subida generalizada en todos los plazos de la curva, con el 10 años subiendo desde 5,3% a principios de 1994 hasta el 8% a finales de ese mismo año.
El objetivo de este endurecimiento de la política monetaria era normalizar el nivel de los tipos de interés a un entorno de crecimiento económico, y evitar así un sobrecalentamiento de la economía que acabara con el ciclo expansivo.
El proceso de subidas de tipos tuvo un impacto importante sobre los mercados financieros en todo el mundo. La Bolsa norteamericana se mantuvo durante todo el año en un movimiento lateral con un retroceso máximo del 10%. Pero donde el impacto se dejó notar con mayor intensidad fué en mercados emergentes y países más débiles financieramente en general. La onda expansiva de las subidas de tipos en EEUU se extendió en estos países con una gran intensidad provocando desde la quiebra de México hasta caídas muy severas en sus mercados de acciones. España, entonces todavía con la peseta, sufrió la crisis con gran intensidad con el Ibex sufriendo una corrección de más del 30% y de un año de duración.
En las últimas semanas el factor que está desestabilizando a los mercados es precisamente la subida de la rentabilidad de los bonos USA. Al igual que en 1994 el impacto está siendo mucho más severo en mercados emergentes que en el propio mercado norteamericano. Así, mientras la rentabilidad de los bonos ha repuntado en el último mes 30 pb en EEUU, y entre 20 y 30 pb en los países del centro y norte de Europa, la subida ha superado los 100 puntos básicos en el caso de los países Latinoamericanos y los 50 en España e Italia.
La fuerte elevación de las rentabilidades en estos países en un momento en que sus economías han ralentizado el crecimiento, o están en plena recesión como España, es sin duda un factor negativo que está afectando a las Bolsas de estos países. Cabe plantearse, por tanto, si podemos estar ante un período prolongado de endurecimiento monetario en EEUU, que se extendería al resto del mundo. Personalmente creo que es altamente improbable. La posibilidad de que la Fed se embarque en un proceso de subida de tipos en los próximos meses es prácticamente cero dado el entorno de crecimiento e inflación, y la retirada de estímulos puede acompasarse al ritmo de reducción del déficit público de forma que no se cree un exceso de oferta de bonos. Un repunte de las rentabilidades desde niveles ultradeprimidos del 1,5% hasta el 2,5-3,0% pueden provocar alguna turbulencia en los mercados en el corto plazo pero en ningún caso un impacto significativo sobre la economía.
En el caso de España la pertenencia al euro es en esta cuestión un factor claramente positivo que debería impedir un repunte excesivo de las rentabilidades como sucedió en 1994. El repunte del bono español debería ser similar al alemán pues salvo deterioro de la situación económica no hay motivos para que la prima de riesgo se amplíe significativamente.
Quedan los emergentes como el eslabón más débil de la cadena y donde podría producirse algún episodio de crisis si es que la situación actual se prolonga en el tiempo. Veremos hasta qué niveles permite la FED que se eleven las rentabilidades en EEUU pero en un entorno de inflación a la baja como el actual no vemos mucho margen para un repunte muy importante.
M&G Valores
Fuente : Capital Bolsa.