Lunes, 24 de Junio del 2013.
La semana pasada el hecho económico que marcó la tendencia
de los mercados, fue sin duda las palabras de Bernanke sobre la futura salida
moderada de su programa QE para finales de este año. Esto provocó una ola de
ventas en el mercado de valores de EE.UU., en gran parte de los asiáticos y en
los europeos.
Los inversores temen que una reducción en la compra de bonos
por parte de la Fed, impulse sus
rentabilidades al alza, y dañe la aún débil recuperación económica en el país, lo que se trasladaría al resto de zonas económicas del mundo. Pero la QE es mucho más que un complejo programa de compra de bonos que imprime dinero para empujar el precio de las acciones, como bien señala el analista financiero Jeff Reeves.
rentabilidades al alza, y dañe la aún débil recuperación económica en el país, lo que se trasladaría al resto de zonas económicas del mundo. Pero la QE es mucho más que un complejo programa de compra de bonos que imprime dinero para empujar el precio de las acciones, como bien señala el analista financiero Jeff Reeves.
Reeves, editor de Investor Place, destaca algunas incómodas
verdades que los inversores deben admitir en materia de la actual política
monetaria de EE.UU. y de otros Bancos Centrales:
1. El rally del mercado de valores no es sólo por la QE
Claro que las subidas de las acciones desde los mínimos de
marzo han sido debidas en parte por las políticas de los bancos centrales que
castigan otras clases de activos y fomentan la inversión a través de las
acciones. Pero esa no es toda la historia. Las acciones han estado -y siguen
estando-, baratas en relación a sus primas de riesgo, y respecto a ratios como
el PER promedio desde 1990, (las comparaciones hasta finales de 1890 son
ilógicas). Más aún, la rentabilidad para muchas empresas se está incrementando
debido a recorte de costes y avances tecnológicos. Decir que las acciones han
subido un 140% desde marzo de 2009 simplemente por Ben Bernanke es una
simplificación excesiva.
2. El final de la QE será bueno para las acciones
Las acciones se desplomaron el miércoles y el jueves a pesar
que la Reserva Federal no finalizará su programa de estímulo, y no subirá tipos
hasta 2015. Eso va en contra de la idea de que la QE es buena para las
acciones. El motivo de la ola de ventas, es entonces, que la persistencia de la
flexibilización cuantitativa muestra persistentes dudas sobre la sostenibilidad
de la recuperación. En otras palabras, si el banco central no tiene suficiente
confianza en el crecimiento como para cambiar su política monetaria hasta 2015,
entonces los inversores tampoco deben tenerla. Una vez que la etapa de la QE
haya finalizado, los mercados lo celebrarán al alza.
3. La flexibilización cuantitativa no durará para siempre
Contrariamente a lo que algunos piensan, la Reserva Federal
nunca tuvo la intención de comprar bonos para siempre. Incluso cuando se lanzó
el "QE infinito" como un plan abierto de compra de bonos,
estableciendo un objetivo del 6.5% para el desempleo y del 2,5% para la
inflación, como señal para dejar la QE. El miércoles nos enteramos que la
Reserva Federal espera que el objetivo del 6,5% se alcance en algún momento de
2014. Suena como una estrategia de salida.
4. La hiperinflación no es un riesgo
Volver a la meta de inflación del 2,5% ese es el objetivo de
los grandes esfuerzos de la Fed, y no estamos ni siquiera cerca de esa marca.
Una gran cantidad de personas muy inteligentes y bien intencionadas ofrecieron
advertencias de hiperinflación en los últimos años, pero todas se han
demostrado equivocadas. Ahora, al igual que pasaba en 2011, es difícil alarmar
sobre la hiperinflación para 2013 o 2014.
5. Los miembros de la Fed no votan al unísono
A pesar de que hay un claro objetivo común de finalizar la
QE y realizar políticas coherentes, esto no significa que la Fed hable con una
sola voz. De hecho, el pasado miércoles, dos miembros de la Reserva Federal
–James Bullard y Esther George- disintieron del mensaje que fue emitido. Otro
claro verso libre es el presidente de la Fed de Richmond, Jeff Lacker. Al igual
que en el Congreso, la Reserva Federal está compuesta por diferentes personas
con diferentes opiniones - y esto es algo bueno porque demuestra que el banco
central está pensando críticamente y desafiando a sus propios miembros. Pero
demasiado disenso sembraría el caso en la política del banco central, y eso no
sería bien recogido por el mercado.
Los esfuerzos de flexibilización cuantitativa de los bancos
centrales en esta escala, están en territorio desconocido, por lo que es
peligroso pintar con brocha gorda con frases como "la Fed está simplemente
imprimiendo dinero." Pensar de manera más racional sobre la naturaleza de
QE puede ayudar a los inversores en estos tiempos de incertidumbre, concluye
Jeff Reeves.
Carlos Montero
Lacartadelabolsa
Fuente : Capital Bolsa.