Muy pocos peruanos con capacidad de ahorro invierten en
acciones que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima (BVL). He hablado con muchas personas con capacidad
de ahorro y la mayoría no invierte en acciones porque no entiende bien el
tema y/o tiene miedo de perder su
dinero.
La mayoría cree que la bolsa es una timba y no están
dispuestos a
arriesgar sus ahorros en algo tan riesgoso. La mayoría considera
que es más seguro y rentable invertir en tierras, en departamentos, en casas,
etc.
Y, claro, cuando vemos que entre julio de 2007 y marzo de
2009 el IGBVL de la BVL cayó 70% como producto de la crisis financiera global,
para luego recuperarse 245% entre marzo de 2009 y febrero de 2011, uno duda.
“¿Quiero entrar yo a ese carrusel?” Abajo la rentabilidad acumulada de la bolsa
peruana en los últimos 10 años, acompañado de volatilidad.
Los precios de las acciones que cotizan en bolsa, son en
efecto, muy sensibles a las noticias que aparecen todos los días en el
mundo. Y son muy sensibles porque los
precios de las acciones son determinados por la oferta y la demanda de millones
de personas en todo el mundo. Y los
seres humanos somos sensibles. Nos
enamoramos tanto que no podemos vivir sin la otra persona y luego nos peleamos
tanto que no queremos saber nada de la misma persona. Mucha volatilidad.
Esas mismas personas que amaban al oro hace 12 meses, ahora
lo odian. Antes lo compraban, ahora lo
venden. ¿Ha habido algún cambio
fundamental para que el oro se derrumbe de US$ 1,600 a onza a US$ 1,300 la onza
en tres meses y peor aún, para que los estimados del oro de diversos analistas
para el periodo 2014-2016, disminuyan de US$ 1,800 la onza a US$ 1,000 la
onza? Yo creo que no, pero cuando el
precio cae abruptamente, todos nos asustamos.
Somos humanos. Nos asustamos cuando todo baja y nos envalentonamos
cuando todo sube.
Para mí, la alta volatilidad de los mercados financieros se
debe a que son los mercados más desarrollados, más profundos y más líquidos que
hay. A través de los mercados
financieros millones de personas pueden expresarse comprando/vendiendo. Esa expresión es producto de miles de
factores, algunos basados en los fundamentos, otros basados en los
sentimientos. Es inevitable.
Y por ello, muchos analistas y personas en general señalan
que la bolsa es una timba y que no es recomendable arriesgar los ahorros de esa
manera.
Para mi no es una timba. Pero hoy no voy a entrar al debate respectivo. Lo que si voy a decir es que lo que causa la
volatilidad y alta sensibilidad de los precios a las noticias diarias es la
liquidez que tienen los mercados financieros.
Y esa liquidez permite al
inversionista/ahorrista, vender sus acciones cuando lo desee hacer, cualquier
día entre lunes y viernes y a cualquier hora entre las 9:30 am y 4 pm. Y eso para mi, es algo bueno, positivo y una
gran ventaja sobre otros mercados.
El mercado de real estate, por ejemplo. Mucha gente en el Perú compra departamentos
porque creen que los precios van a subir.
Se envalentonan porque el precio por metro cuadrado en el sector A de
Lima ha subido 214% desde fines del 2005.
Muchos creen que el riesgo es bajo y que al Perú no lo para nadie.
Pero el riesgo de comprar departamentos en el Perú es alto
pues el precio de los departamentos depende del crecimiento de la demanda
interna peruana y del PBI peruano. Y si
bien el PBI peruano creció 6.5% anual en promedio durante los últimos 10 años,
eso no significa que esto necesariamente se vaya a repetir en el futuro. Señores, si el crecimiento del PBI se
desacelera significativamente, los precios de los departamentos van a
caer. Esto ya ocurrió en Japón, en
Estados Unidos, en España y en el mismo Perú (vender un departamento entre los
años 1999-2001 era una odisea, los precios estaban en el suelo y el mercado de
real estate recién se reactivó en el 2006).
Y eso no es todo. El
mercado de departamentos es mucho menos profundo, desarrollado y líquido que el
mercado de acciones en la BVL. Por
tanto, si se caen los precios no sólo voy a tener un precio deprimido, sino que
me va a tomar seis meses vender mi activo!
Si quiero comprar activos porque creo que el PBI va a subir,
puedo comprar una canasta de acciones de empresas cuyos ingresos dependen de la
demanda interna peruana: Credicorp, Luz del Sur, Cementos Pacasmayo, Graña y
Montero, Alicorp. Desde fines del 2005
esta canasta de acciones rindió 880%, bastante más que el metro cuadrado
promedio del sector A en Lima y además, esa canasta de acciones es un bien
líquido, se puede vender en cualquier momento!
Pero, mi departamento nunca se va a ir a cero, me dijo una
persona una vez. Podría, si se incendia
o derrumba, pero es poco probable. Pero
también es poco probable que quiebren las cinco empresas mencionadas.
Lo que le asusta a las personas es la volatilidad. Lo que le asusta a las personas es leer todos
los días en los periódicos, “la bolsa se derrumba”. Les asusta ver como colapsa el precio de la
acción todos los días. Pero en realidad
deberían preferir esa volatilidad porque es más transparente. Es el sentimiento de millones de
personas. Por el contrario, en otros
mercados poco profundos, no hay volatilidad de precios, no porque no haya
sentimientos sobre el futuro de esos bienes, sino porque no hay un mercado
líquido donde las personas puedan expresar esos sentimientos.
Ustedes creen que si los departamento cotizaran en bolsa y
millones de personas podrían comprar S/.
10,000 en papeles que les diera propiedad de parte de departamentos todos los
días, los precios no serían volátiles.
Serían igual de volátiles! Las
personas creen que los precios de los departamentos no son volátiles, pero en
realidad si lo son. Lo que ocurre es que
no existe un mercado donde uno pueda ver precios de cierre diarios.
Y digo esto, porque el precio de todos los activos que las
personas compran para obtener retornos atractivos está en función al valor
presente de los flujos de caja que el mercado espera genere ese activo y al
riesgo que representa comprarlo. Quizás,
estimado lector, usted no cree que es así, pero cuando uno compra un departamento
como inversión lo compra porque cree que los alquileres futuros que generará
ese departamento le traerán cierta riqueza.
El precio del departamento estará en función a la expectativa que hay en
el mercado por el valor presente de esos alquileres futuros.
Otro ejemplo, el private equity. Yo soy accionista de una empresa que le ha
ido muy bien. La empresa no cotiza en bolsa.
Durante los últimos cinco años, el valor del patrimonio de la empresa ha
subido ocho veces y me dicen, algunos analistas, que el valor de mercado de la
empresa es treinta veces mi inversión inicial.
Pero no existe un mercado líquido para mis acciones. Si deseo vender, no tengo a quien
venderle. Tengo que salir a buscar un
comprador, lo cual puede demorar meses y en un mercado a la baja eso puede ser
fatal. Si la acción de la empresa
mencionada cotizara en bolsa habría tenido un rendimiento espectacular durante
2008-2012, probablemente más de 30 veces, pero seguramente, por la caída de la
bolsa este año, en 2013 hubiese tenido un rendimiento desastroso y
probablemente habría caído 50%. Como la
acción no cotiza en bolsa, los accionistas dormimos tranquilos porque no vemos
precios de cierre todos los días, pero si cotizara en bolsa, estoy seguro que
muchos accionistas andarían preocupados por el futuro de la empresa. Si uno es un inversionista de largo plazo,
todo esto es un tema psicológico.
Ahora, si hay inversionistas que desean hacer mucho dinero
especulando con un horizonte de inversión de corto plazo, aprovechando la volatilidad
del mercado financiero, entonces si hay mucho más riesgo. Pues como he mencionado, el mercado líquido
depende de los sentimientos de las personas y en el corto plazo, las reacciones
son más exageradas. Es obvio, entonces,
que el trader, el especulador de corto
plazo, aquel que busca ganar mucho dinero en unos días, semanas o meses, tenga
que tener stress. No hay lonche gratis y
si quiero ganar bien en el muy corto plazo, me tiene que costar. Ese especulador de corto plazo, no tiene
nada que reclamar cuando la bolsa se derrumba y él/ella pierde. Así es el mercado.
Pero, señores, el que invierte en acciones que cotizan en
bolsa, con un horizonte de inversión de largo plazo, no necesita el dinero, es
disciplinado al momento de comprar/vender, no se excita cuando suben los
precios ni se deprime cuando bajan y no compra acciones con dinero ajeno,
siempre debe preferir invertir, todo lo demás igual, en un activo líquido que
en uno ilíquido. Este tipo de inversionistas
se beneficia porque en el largo plazo los fundamentos pesan más que los
sentimientos. Este tipo de inversionista
no debe entrar en pánico cuando los precios bajan, es parte del mercado, es
parte de la vida. Si los fundamentos son
sólidos, los sentimientos pasan a un segundo plano.
Por tanto, si quiero comprar activos que rindan retornos
atractivos en el futuro, debo diversificar mi riesgo: un poco en acciones, un
poco en bonos, un poco en real estate.
Si se caen las acciones, tengo mis bonos que me protegerán. Si se cae el real estate, mis acciones
podrían protegerme. Y, todo lo demás
igual, siempre debo escoger activos líquidos, sobre activos ilíquidos.
Fuente : Semana Económica.