Moisés Romero - Martes, 19 de
Marzo
"La Bolsa está plagada de señales que, curiosamente, muy pocos
respetan, porque el ansia, las ganas de dar pelotazos, la codicia y los excesos
de velocidad se mantienen de manera inexorable con el paso del tiempo. Hay
señales que advierten del peligro de muerte. Una de ellas es cuando los
bajistas contumaces se vuelven alcistas. Un ejemplo está en el del mes de julio
del año pasado, que es cuando comenzó el Rebote actual: The American
Association of Individual Investors publicaba entonces que el sentimiento
alcista inversor había caído hasta el nivel más bajo desde agosto de 2010. En
ese mes, el S&P 500 cotizaba a 1.055 puntos, en los siguientes 12 meses el
S&P 500 subió un 9,8%. Otro, noviembre del año pasado: el sentimiento bajista se disparó a su nivel más alto desde agosto de 2011, y el sentimiento alcista se desplomó. Desde entonces Wall Street sólo hizo que encadenar máximos históricos ¿Dónde estamos ahora? En máximos del sentimiento alcista", me dice uno de los viejos lobos de mar de la Bolsa española, que añade.
"El optimismo exagerado, que dicen unos, el dinero estúpido, que añaden aquellos, conforman una pócima que destroza el estómago de la Bolsa. Lo mismo sucede en el recorrido a la inversa: cuando el pesimismo invade todos los corros y el papel se une al efecto manada, quiere salir del mercado a cualquier precio, los índices hacen lo contrario. Las Bolsas cotizan ahora una Gran Recuperación Económica a nivel mundial en forma de V. Hay acuerdo, digo, en que ni la Gran Depresión ha llegado ni tampoco se ha producido la Gran Recuperación en V..."
"Fácil, colegir, que los mercados corregirán tarde o temprano los excesos alcistas de los últimos meses, porque las valoraciones están por las nubes. Los últimos estudios apuntan que los índices de las principales Bolsa del mundo especulan con incrementos promedio de los beneficios empresariales del orden del 30% para el año. Es cierto que se parte de una base endeble, los pésimos resultados del año pasado, pero no menos cierto es que aunque se logre esa mejora, las Bolsas seguirán estando muy caros.
"Hay optimismo exagerado en lo que respecta a la evolución de las Bolsas y mayor escepticismo acerca de la evolución económica mundial y del empleo. O sea, falla la mayor. Hay, además, mucho dinero idiota tomando asiento en los mercados. Será el primero en montar el número de la histeria vendedora, el primero coger las de Villadiego..."
"Mis amigos me preguntan qué hacer. Yo les digo que cuando algo te obsesione, cuando algo llegue a tal extremo sólo hay que pensar en los contrario, por que ahí está la respuesta”. Obsesionados por el pasado de la Bolsa, obsesionados por el devenir. Desquiciados, que es cuando los sentimientos llegan a un extremo ¿Por qué no considerar que lo correcto es apostar por lo contrario hasta mantener una postura serena, reflexiva, lejos de la compulsión? Hay lecciones magistrales escritas en el gran Libro de la Historia de la Bolsa, que permanecen vivas con el paso del tiempo. Una de ellas recala en el sentimiento contrario (otros la definen como sensu contrario), de los actores. Cuando la mayor parte de ellos se coloca en el mismo plato de la balanza, el fiel de la misma, el índice, hace justamente lo contrario para sorpresa general y regocijo de los más atrevidos. Cuando la mayoría apuesta con ganas y con mucho descaro por una caída de la Bolsa, el mercado suele subir. Y al revés. Lección magistral que hemos aprendido en muchos ciclos bursátiles ¿Va a ser éste diferente?.."
Nos vemos en Twitter @MoisesssRomero
Moisés Romero
Roberto Guadalupe, Análisis de Acciones de Wall Street.
Fuente : La Carta de la Bolsa.
