Articulo de Opinon.
Fuente : Capital Bolsa.
Miércoles, 28 de Marzo del 2012 - 12:00:00
Jim Jubak es uno de los analistas más seguidos y respetados desde hace décadas. Sus lúcidas opiniones tienen mucho predicamento en Wall Street, y basta un artículo suyo apostando por el mercado chino por ejemplo, para que un gran número de gestores profesionales e institucionales incrementen sus posiciones en este mercado.
Es por esto por lo que quiero llevar a estas páginas su último análisis de situación, en el que ve a España como uno de los tres riesgos mundiales que podrían provocar un descarrilamiento del rally alcista actual. Estos son los tres principales riesgos que Jim Jubak ve actualmente en el mercado:
Riesgo del petróleo.
El consenso entre los economistas de Wall Street es que aunque el aumento de los precios del petróleo puede impactar en el crecimiento económico mundial, el daño sería modesto siempre y cuando el aumento sea gradual y no demasiado dramático. Por ejemplo, Goldman Sachs prevé que un aumento del 10% en el precio del petróleo reduciría entre un 0,25% y 0,50% el crecimiento económico de EE.UU. Con un crecimiento proyectado para 2012 de entre el 2% y el 2,5%, una disminución de esas dimensiones situaría al crecimiento en algún lugar entre el 1,5% y el 2,25%, que aunque no ayudaría ni a la economía ni al mercado de valores, está muy lejos de ser un desastre.
Pero escaladas superiores del precio del petróleo, las cuales podríamos ver en caso de que Irán cerrara el Estrecho de Ormuz, tendría un efecto mayor. De acuerdo al análisis de IHS Global Insight, una interrupción del flujo petrolífero provocaría una recorte del 1,5% en el crecimiento económico de la eurozona, que es la zona más dependiente de las importaciones de petróleo.
Esto podría convertir la esperada leve recesión del primer semestre de 2012, en una más profunda, y enviaría a España y a Italia directamente a una crisis financiera.
Riesgo de España.
Creo que España es el lugar más probable donde puede surgir una nueva crisis. En este momento estamos asistiendo a un lento pero constante aumento en el rendimiento de los bonos a 10 años españoles. El rendimiento aumentó un 0,19% la semana pasada, para cerrar el viernes en el 5,37%. Aunque le queda un largo camino hasta el 7% que España alcanzó en la reciente crisis griega, las rentabilidades, las cuales se perciben como prima de riesgo, van en la dirección equivocada.
A principios de marzo, España dijo a los países de la eurozona, que no cumpliría con su objetivo de déficit presupuestario del 4,4% en 2012 por un enorme margen. Su presidente, Mariano Rajoy, dijo que el déficit sería del 5,8% del PIB, aunque posteriormente se rebajó hasta el 5,3%.
Para 2013 se mantiene el compromiso de reducir el déficit hasta el 3%. Pero eso va a ser difícil si la economía española sigue disminuyendo a las tasas actuales. Las previsiones del FMI son que la economía española se contraerá un 1,7% en 2012. Ese objetivo de déficit será imposible de alcanzar si hay que realizar un recorte adicional del crecimiento del 1,5% a causa de la subida del petróleo. Recuerde que España tiene un desempleo del 23%.
Una crisis de deuda en España no sería como la crisis griega. La deuda pública actual española es relativamente baja (66% del PIB), sin embargo, la deuda privada es enorme (220% del PIB). Un programa de austeridad que desacelere la economía española aún más, establecería un escenario aún más difícil para el sector privado español, y empujaría al país hacia algún tipo de asunción pública de la deuda privada (una versión del rescate bancario de Irlanda).
Esto ya ha sucedido de alguna manera, ya que el gobierno español ha intervenido con dinero público para apoyar la fusión, adquisición o liquidación de las cajas más débiles. Si la economía continúa contrayéndose, ese proceso se acelerará. Eso, por supuesto, impulsará al gobierno español a un agujero aún más profundo.
España preocupa a los líderes de la eurozona. Basta ver como ellos están buscando la manera de aumentar el límite de los fondos de rescate para convencer a los mercados que España no está en peligro. La esperanza es que el fondo sea de suficiente cuantía para que no tenga que ser utilizado, ya que si España necesita un plan de rescate, la crisis se trasladará posteriormente a Italia, y los fondos, incluso reforzados, no serían suficientes para cubrir ambas contingencias.
El riesgo de China
El 22 de marzo el Banco Agrícola de China, el mayor prestamista rural de China por activos, anunció un aumento del 29% en las ganancias de 2011. Pero dejando esto de lado, habría que destacar que el banco reservó 9.300 millones de dólares para cubrir un posible aumento de la morosidad. Esto es un aumento del 48% respecto a 2010.
Los inversores tienen derecho a una cierta confusión con este anuncio, ya que el banco publicó al mismo tiempo que el ratio de morosidad se redujo al 1,55% en 2011 desde el 2,03% de 2010.
Pero esos confusos inversores deben hacer memoria. El mes pasado, la Comisión Reguladora Bancaria de China dijo que habían clasificado erróneamente el 20% de los préstamos pendientes de pago de los gobiernos locales. Los bancos habían colocado estos préstamos en una categoría más segura, declarando que los préstamos estaban cubiertos totalmente por los flujos de efectivo de los gobiernos locales. Si los bancos reclasifican estos préstamos, y el Banco de Agricultura Chino lo hizo, tendrán que provisionar más dinero para posibles pérdidas. Moody’s estima que entre el 20% y el 33% de esos préstamos podrían causar impagos.
Si te estás preguntando porque todo el mundo tiene tanto miedo de un aterrizaje forzoso en China, aquí tiene la respuesta que estás buscando. Si la economía China se desacelera a un 7% en lugar del objetivo de crecimiento fijado por Beijing del 7,5% para el 2012, no será un gran problema en términos de empleo o beneficios empresariales, pero será un gran problema para todos esos préstamos relacionados con los gobiernos locales –ya sean préstamos directos o de las 6.000 compañías afiliadas a estos gobiernos. Los gobiernos locales no tienen un flujo constante de ingresos fiscales lo suficientemente grande como para cubrir los pagos de estos préstamos si los proyectos van mal, y si el mercado inmobiliario deja de generar ingresos sustanciales por ventas de tierras. Un aterrizaje brusco de la economía china afectaría de forma importante a los gobiernos locales, a las compañías financieras afiliadas y a los bancos que prestaron el dinero, lo que podría crear la necesidad de que Pekín tuviera que rescatar al sector bancario.
Jim Jubak señala que estos riesgos no son el tipo de eventos de baja probabilidad (cisnes negros), en realidad, son más probables por ejemplo que la crisis hipotecaria de EE.UU., o el colapso de Lehman Brothers. En otras palabras, concluye, es un argumento de peso para mover alguna parte de la cartera a otros activos más seguros durante algunos meses.
Carlos Montero